Apartamento de una habitación con terraza y vista al mar Pisak, Omis A-7521-c

Desde el primer momento, nos recibió con una calidez y amabilidad increíbles. Nos recibió con una gran sonrisa, nos dio algo de beber e incluso les dio a los niños una bolsita de dulces, lo que los hizo felices de inmediato. La casa tenía todo lo que necesitábamos y tenía un encanto único; incluso olía de maravilla. Durante toda nuestra estancia, mostró un interés genuino, preguntándonos adónde íbamos y compartiendo nuestra emoción. Como estamos de viaje por carretera como parte de nuestra emigración, le pregunté si podía lavar ropa. No solo me dejó, sino que incluso la colgó; un gesto tan considerado que nos conmovió profundamente. A la hora de irnos, nos sorprendió con un licor de cereza hecho con sus propias cerezas, un dulce regalo que siempre recordaremos. Anfitriones como ella son raros, y recomiendo encarecidamente alojarse aquí a cualquiera. ¡Mucho cariño para Natasa!