Apartamento para dos personas con balcón y vista al mar Sumpetar, Omis A-9435-a

La peor experiencia de alojamiento de mi vida. Incluso nuestra llegada fue una pesadilla: a pesar de avisarles con antelación, nadie contestó a los números de teléfono que nos dieron, y finalmente el nieto apareció sin llave, diciéndonos que esperáramos al dueño, un poco gruñón y senil. Tuvimos que esperar fuera, con un calor de 30 °C, más de una hora con el equipaje hasta que llegó el dueño, de 85 años, exigiendo inmediatamente el pago completo. El apartamento estaba sucio e inseguro: el inodoro perdía un líquido marrón, el aire acondicionado no enfriaba y estaba lleno de moho, los interruptores chisporroteaban peligrosamente y el secador de pelo estaba derretido con los cables al descubierto. La cama estaba llena de chinches, lo que me dejó cubierto de picaduras y arruinó el viaje. La cocina estaba sucia, con pelos por todas partes, y un hedor repugnante provenía de la cocina del dueño, en la planta baja. El dueño y su amigo estuvieron una hora dando martillazos y gritando en la habitación de al lado. Este lugar es inseguro, repugnante y jamás debería alquilarse.

El dueño es un canalla. Reservamos una estancia de 7 noches, pero tuvimos que cancelar al tercer día. El dueño no dejaba de colarse y reorganizar nuestras cosas. Al tercer día, al volver, encontramos la puerta principal que daba a la calle abierta de par en par, y nuestros objetos de valor (portátil, tableta, etc.) estaban al alcance de cualquiera. Por suerte, no faltaba nada.